“A través del pensamiento, el hombre puede conocer el mundo, esto significa producir sus propias ideas. De esta forma, la mente abandona la pasividad, con lo cual, la actividad del alma no será sin parte de la actividad del atributo infinito del Pensamiento. El alma humana se une a la Naturaleza, capta la Totalidad y ve ampliarse hasta el infinito su propia fuerza y su propio poder. El conocimiento de la Totalidad (o lo que es igual, el modo en como cada caso se integra a la Totalidad) es el conocimiento adecuado. Cuando el alma humana se une a la Naturaleza surge una alegría sin límites puesto que el hombre en lo más profundo de su ser es esfuerzo y deseo… poder y fuerza, y el esfuerzo es, antes que cualquier otra cosa, esfuerzo de conocer a Dios, con lo que el poder del hombre se incremente y nace la alegría por este acrecentamiento del propio ser.”
Baruch Spinoza
El taller que pergeñamos parte de la creencia que el hombre por naturaleza , debe ser feliz y que ese sentimiento no solo genera actitudes positivas en su vida sino que lo arrastra en una corriente de prosperidad.
La investigación partió a raíz de una película que circulaba el año pasado (What the bleep do we now?) y que el aparato de captura la transformó en una nueva área de consumo, algo así como “consuma felicidad “; no quedándose conforme con esto la propuesta New Age es: “genere felicidad y luego consúmala” o algo así.
Nosotras sabemos que detrás de toda teoría fagocitada por el sistema se encuentra una verdadera joyita que no tiene desperdicio.
Indagando en la filosofía, en la biología, y hasta en la física cuántica, podemos dar paso a lo que nos propusimos: un taller dónde el objetivo principal sea la aceptación de uno mismo y el reconocimiento de aquellas creencias que nos impiden alcanzar el bienestar. Creencias que encarnan en aquellos heterónimos que nos capturan y no nos permiten orientar positivamente nuestros proyectos. Máxime teniendo en cuenta que el ámbito del taller sería “Sano” el instituto de Teresita donde se hacen tratamientos para controlar el sobrepeso y la obesidad (enfermedad que “refugia” múltiples heterónimos de inadecuación)
Desde la filosofía volvimos a Spinoza, y su concepto de “conatus” (la potencia de autoconservación en la existencia) ¿Dónde puede el hombre desarrollar esa potencia plenamente, qué sistema político-ético-religioso se lo permite?
Se supone que la idea de libertad, amor, los afectos y las pasiones, son propios de la naturaleza humana. ¿Qué estado permite al hombre ser libre plenamente? Y qué religión lo predica? Del amor ni hablemos porque tiene mala prensa.
Spinoza habla de las pasiones que nos afectan y sostiene lo siguiente:
“Cuando mi poder de ser afectado es cumplido de tal manera que mi potencia de actuar disminuye, eso quiere decir que mis afectos son tristes; mi poder de ser afectado esta completamente cumplido por la tristeza. Por ejemplo “soy culpable” o “me deprimo” o “eso va mal”; pero “eso va mal”, cumple completamente mi poder de ser afectado. Y ¿por qué, cuando mis afectos son tristes es que mi potencia de actuar esta disminuida mientras que mi poder de ser afectado es cumplido? el trabajo de lo negativo o las pasiones tristes son las que cumplen mi poder de ser afectado en condiciones tales que necesariamente mi potencia de actuar disminuye. Mientras estoy triste mi potencia de actuar disminuye. Es evidente, bastaría pensar: cuando estamos afectados de afectos tristes hay un objeto, una cosa, un animal o una persona que se compone con nosotros y aquella o eso nos afecta de tristeza. Ahora bien, en el caso del afecto triste, la potencia de otra cosa y la mía se sustraen puesto que todo mi esfuerzo en ese momento consistirá en luchar contra esa tristeza y entonces mi potencia de actuar y la potencia de la cosa que me afecta se sustraen.
En lo cotidiano, hay razones de sobra para deprimirse, basta con sintonizar el noticiero cada mañana, grave error; porque la ley de la atracción dice que lo semejante atrae a lo semejante, y así cuando se tiene un pensamiento negativo, también se atraen pensamientos semejantes.
Entonces si se generan pensamientos de infelicidad, se generan sentimientos de infelicidad y de ese modo las situaciones que se viven, empeoran. Por el contrario si lo que se genera son pensamientos de bienestar y de felicidad, la situación vira hacia un estado de felicidad que generará nuevos estados de felicidad.
Volvamos a Spinoza y sus pasiones:
“Cuando, al contrario, soy afectado de afectos alegres, la potencia de la cosa que me afecta de afectos alegres y mi potencia se componen y se adicionan si bien que mi potencia de actuar, para un mismo poder de ser afectado que es el mío, se aumenta. Todo esto es luminoso.”
La felicidad es una palabra que cayó en desuso porque se cree que es utópica, pero, navegando en Internet , encuentro un artículo sobre la felicidad (DE LA FELICIDAD MÍNIMA A LA PLENA FELICIDAD de Juan Francisco Lisón Buendía de la Universidad de Valencia) Comienza de éste modo:
“NUESTRA cultura pública no es una cultura de la felicidad. No usamos con frecuencia el término ‘felicidad’ en nuestro lenguaje ordinario. No descubrimos en nuestras prácticas sociales una consciente y manifiesta búsqueda de la felicidad.
No es frecuente que los centros de enseñanza, incluidas las Universidades y, particularmente, las Facultades de Filosofía estén especialmente interesados en el tema. Y los gobiernos parecen más preocupados por el crecimiento del PIB que por la felicidad de sus ciudadanos; por eso, sus políticas están básicamente orientadas a la instrumentalización de las personas para el logro de tal crecimiento y al logro de objetivos técnicos y productivos nos apercibimos de que lo que verdaderamente nos importa en la vida es ser felices, de que nuestra vida encuentra sentido en la persecución de un determinado ideal de felicidad. Parece, pues, que la felicidad, objetivo humano tan olvidado en la actual cultura pública, es una componente esencial de la plenitud humana.”
Las personas somos responsables de nuestra propia felicidad y hay que hacer lo que nos haga sentir bien, empezar por un trabajo interior. La paz y la felicidad provienen del interior y recién luego se manifestará en el exterior.
Ahora, pensemos en nuestra vida. ¿Somos realmente felices? Estamos en armonía con nosotros mismos? Tenemos lo que queremos?
Cuando sabemos lo que queremos y lo convertimos en nuestro principal pensamiento, lo atraemos a nuestra vida.
La única razón por la que las personas no tienen lo que quieren es porque piensan más en lo que no quieren que en lo que quieren.
La física cuántica nos dice que el Universo entero ha surgido de un pensamiento, empieza a orientarse hacia este descubrimiento. Nos dice que no podemos tener un Universo sin una mente y que la mente da forma a todo lo que percibimos.
Se puede crear la propia vida con los pensamientos. Como siempre se esta pensando, siempre estamos creando. Aquello en lo que más se piensa es lo que se manifiesta en tu vida.
Son realmente necesarios muchos pensamientos negativos y muy persistentes para atraer algo negativo a tu vida. Insistir en pensamientos negativos durante un tiempo, hace que acaben manifestándose. Si los pensamientos negativos son tan preocupantes para ocupar todo nuestro tiempo, no se hará otra cosa que atraer más preocupación sobre los mismos y en consecuencia se multiplicarán. ¡Es hora de ocupar la mente con pensamientos positivos!
Lo más importante es saber que es imposible sentirse mal y tener buenos pensamientos a la vez. Los pensamientos son los que provocan los sentimientos. Si nos sentimos mal, es porque tenemos pensamientos que nos hacen sentir mal. Y esa es una frecuencia que atrae más cosas malas que empeoran nuestro estado de ánimo.
La otra cara de la moneda es tener buenas emociones y sentimientos. El entusiasmo, la felicidad, la gratitud, el amor son buenos sentimientos que atraen más buenos sentimientos y cosas que nos hacen sentir bien. Cuanto mejor nos sentimos, más atraemos las cosas que nos ayudarán a sentirnos bien.
Esta manera de pensar queríamos transmitirla en el taller:
Veamos cómo pueden utilizar el Proceso Creativo las personas que consideran que tienen sobrepeso y que quieren adelgazar.
Lo primero que has de tener en cuenta es sacar de la mente lo de “perder peso”. Ésta es la razón por la que no funcionan las dietas, esa condición de sobrepeso fue creada a través de un pensamiento. Dicho de forma más sencilla, si alguien tiene sobrepeso, se debe, tanto si es consciente de ello como si no, a sus “pensamientos de delgadez” y estar gorda.
“La obesidad tiene detrás una amplia gama de creencias infundadas, teorías que sustentan la idea del porque “soy gordo y seguiré siéndolo toda la vida”. Si se aceptan cualesquiera de esas condiciones y las creen, se convertirán en experiencia y se seguirán atrayendo los kilos de más.
Lo que nos dice Einstein y la física cuántica es que todo acontece simultáneamente. Si se puede comprender que no hay tiempo, y se acepta ese concepto, se verá que todo lo que deseamos para nuestro futuro, ya existe en el presente. Si todo sucede a un mismo tiempo, entonces ya existe la versión paralela de nosotros con todo lo que queremos.
Podemos implementar ejercicios cotidianos que nos llevan a tener buenos sentimientos y por lo tanto buen ánimo y buena disposición a encarar el día.
Antes que nada, es importante agradecer lo que se tiene porque se focaliza en un sentimiento positivo y no se focaliza en lo que falta, la teoría de la falta forma parte de pensamientos negativos que llevan a sentimientos negativos de juicios de valor errados que tiran abajo nuestro ánimo.
Visualizar, es otra manera de llevarnos a la misma meta:
Cuando visualizas, materializas. Éste es un dato curioso sobre la mente, que observamos en la película citada anteriormente: se entrenaron a atletas olímpicos para que realizaran su actuación sólo mentalmente y luego se les conectó a un sofisticado equipo de biofeedback. Era extraordinario porque se activaban los mismos músculos y en la misma secuencia cuando realizaban la carrera mentalmente y cuando la hacían en la pista. ¿Cómo es posible? Porque la mente no puede distinguir si lo estás haciendo realmente o si es sólo una práctica. Si has estado ahí mentalmente, estarás allí con tu cuerpo.
Es una manera de comprobar el poder de la mente en un ejercicio simple.
Qué influencia tendrá la mente sobre el cuerpo, la enfermedad y sobre nuestra vida toda?
• La enfermedad se retiene en el cuerpo a través del pensamiento, mediante la observación de la enfermedad y por la atención que le concedemos a la misma
Recordemos que a aquello a lo que nos resistimos es lo que atraemos, porque enfocamos en ello con nuestra emoción. Para cambiar cualquier cosa ,hay que recluirse en su interior y emitir una nueva señal con los pensamientos.
Esto es posible de ejercitar, si no creyéramos en ello, hubiéramos desistido en hacer el taller.
1) En lugar de enfocarnos en los problemas del mundo, pongamos la atención y la energía en el amor, la confianza, la abundancia, la educación y la paz.
2) La risa es otro buen ejercicio, atrae la felicidad, libera la negatividad y produce curaciones milagrosas.
3) Recordemos que: Nunca se acabarán las cosas buenas porque hay de sobra para todos. La vida es abundancia.
Aceptemos nuestras pasiones y afectos como sentimientos perfectamente naturales. Como dice Spinoza:” La naturalización de los afectos no significa tomarlos por naturales simplemente para que constatemos empíricamente que los sentimos, sino que ontológicamente somos seres afectivos por naturaleza.”
Insistimos en éste concepto para que podamos erradicar todo sentimiento negativo de culpa, resentimiento o de no aceptación en nosotros mismos. Partiendo de esta base podemos revertir el curso del pensamiento hacia un sentimiento más positivo. Obviamente, todos los caminos conducen a roma, por lo tanto la biología no está en desacuerdo con lo que venimos planteando, veamos:
El sistema inmunológico se tiene que defender ante el ataque constante al que se ve sometido y “la bacteria asesina” que nos lleva a enfermarnos no son los microbios sino los pensamientos.
El cerebro no descansa, regula cada una de las funciones del metabolismo y su equilibrio químico. Cuando se tiene un pensamiento, el cerebro produce sustancias que abren una “ventana”.Cuando el pensamiento concluye, la “ventana” se cierra.
Cuando sentimos amor, por ejemplo, esa sensación de bienestar que nos recorre es producto de la liberación de una sustancia química, lo mismo sucede cuando sentimos ira u odio, esa es otra sustancia que segrega el cerebro. Esas sustancias se llaman neuropéptidos.
Lo que se sabe es que cuando se tiene un pensamiento, el cerebro produce sustancias que afectan a la persona y que lo que ésta siente no es otra cosa que la producción y asimilación de los neuropéptidos.
Las células del sistema inmunológico, como todas las demás, tienen estaciones de descarga en su membrana para asimilar diversas sustancias. Lo que se descubrió fue que la membrana de cada uno de los linfocitos que defienden el cuerpo de toda enfermedad, tiene un punto concreto de carga que recibe los neuropéptidos.
El sistema inmunológico “escucha” nuestros pensamientos. Ninguna célula, ni órgano, ni ningún otro aparato del organismo monitorea a otro si no está preparado para responder a la información que obtiene.
Las células que “defienden” el organismo tienen puntos concretos de recepción de neuropéptidos, las sustancias que produce el cerebro con cada pensamiento.
La respuesta de éstas células a los gérmenes patógenos varía dependiendo de que se fortalezca, se debilite o deje de funcionar totalmente a causa de esas sustancias.
De más está decir las repercusiones y consecuencias físicas que provocan nuestros pensamientos.
A modo de conclusión: Aspiramos, a través de los talleres, a que las personas logren tener un espacio donde se ejercite la manera de alcanzar un bienestar que beneficie nuestro organismo y calidad de vida.
Para ello utilizamos técnicas psicodramáticas y la multiplicación dramática como medio para que los concurrentes puedan ir encontrándose con todo lo que planteamos desde sus propias posibilidades y opciones, sin forzar la experiencia acompañando el descubrimiento gozoso de sus potencias”