Entre 1957 y 1970 colaboré con el Dr. Mauricio Goldenberg en la experiencia revolucionaria del Primer Servicio de Psiquiatría en un Hospital General: el Policlínico Gregorio Aráoz Alfaro de Lanús (1956). El Staff lo formábamos profesionales jóvenes, que dirigíamos distintas áreas y atendíamos pacientes muy graves con esa esperanza y mística a flor de piel que a veces cura. Si Pinel rompe las cadenas al enfermo mental, Goldenberg le crea un espacio hospitalario para que sea tratado como ser humano. La desmanicomialización es un cambio de paradigma, permitió la inserción del enfermo mental en la comunidad, en Centros de Salud. Hoy parece natural, hace cincuenta años no lo era. Con mentalidad abierta, fomentó nuestros psicoanálisis personales, sin ser psicoanalista, y nos instó a coordinar grupos terapéuticos, de diagnóstico, con adolescentes, cuando los tratamientos grupales eran considerados de segunda. Llegué a ser Jefe de Docencia y fundé la Primera Escuela de Practicantes y Residentes de Psiquiatría en Hospitales Generales y Neuropsiquiátrico, semillero de destacados psiquiatras y psicólogos que esparcieron por centros asistenciales argentinos y extranjeros, ese modelo interdisciplinario, de multirrecursos, con ateneos clínicos polifónicos. Goldenberg fue mi más importante Maestro en psiquiatría, mi padrino de boda, compartimos con él y su familia nuestra luna de miel, mi hijo mayor lleva de segundo nombre, el suyo. Las ideas socialistas y el gusto por lo humano, los mamé de él, un ejemplo de vida. | 16/05/2012
Así como tomamos distintos medios y materiales de expresión cualificados para la invención en la asistencia, docencia e investigación, y así como estimulamos a la transfusión osmótica de la Psicología con otras disciplinas, también estimulamos a quienes se identifican como Psicodramatistas o Psicoanalistas a seguir caminos en los que se entrecruzan medios y recursos suministrados por otras corrientes (terapia sistémica, gestáltica, transaccional, neurolingüística), para investigar la posibilidad de instrumentarlos en la interrogación teórica de su propia disciplina o para integrarlos como herramientas de trabajo complementaria en sus intervenciones operativas. | 16/05/2012
El que aprende y el que se cura participa de un fenómeno rítmico (intensidades y velocidades bi y/o multipersonales) en que se instrumentan la mayor proyectividad subjetiva posible de los integrantes, con el objeto de descentrar las novelas, (de pacientes y terapeutas, de educadores y educandos) que obturan la profundidad por extensión personal (rizomática), que nos interesan más que la cadena anecdótica y vertical, histórica (íntima) de cada sujeto. Esto explicaría cómo se aprende, cómo se cura, es decir, cómo se transforma en nuestra concepción actual. | 16/05/2012
Ya sea desde las concepciones de Pichón Rivière, desde el Grupo Análisis o desde el intento de integración entre ambos (GAO, Grupo Análisis Operativo) el problema de la discusión con los psicoanalistas se resolvió así: el Psicoanálisis puede realizarse de manera bi o multipersonal, no hay más (para nosotros) discordancia entre Psicoanálisis Individual y/o Grupal, o discusiones estériles sobre si la Terapia grupal es o no Psicoanálisis . Es el pasaje a lo grupal (más allá de individual vs. grupal) y el problema de la producción de subjetividad singular y colectiva – como nivel de análisis | 16/05/2012
Nosotros privilegiábamos el Psicoanálisis y la Psicopatología Vincular, como teoría a desarrollar, el Juego (las Técnicas Activas) como trama de la acción terapéutica y el Grupo como ámbito y el instrumento para la formación. Esto nos llevaba a discutir sobre duplas supuestamente antagónicas: el Psicoanálisis versus las Técnicas Activas (considerando o no la Transferencia); el privilegio de lo verbal sobre el privilegio de lo corporal; el desconocimiento de similitudes y diferencias entre nosotros vs. el atravesamiento de poder, que impiden trabajar por una Epistemología Con/Divergente. Nos quedaba por seguir discutiendo la posición profunda del Terapeuta en el grupo existencial y de terapeutas (conviviendo con la sociedad que lo rodea y con los profesionales y colegas de su entorno, en las luchas por el poder que atraviesan el campo de la Salud Mental). | 16/05/2012
De la clínica y de la klínica. Klínica de klinos: cama, lugar que se desliza, inclinación. Es lo contrario de la clínica psicológica que está siempre fija. Para recorrer esa clínica hay que seguir al paciente que está en la cama. Klinamen se refiere más a la inclinación, para no ser el devenir sino el devenir del ser. Al ser transgresora, la clínica esquizoanalítica nos da un instrumento potentísimo. Algunas intervenciones esquizoanalíticas operativas que no están guiadas por el sentido estático de la identidad y que tienen sentido en una persona joven, son peligrosas. Lo que pasa es que los padres de los jóvenes nos exigen que no juguemos con la identidad. Les da miedo la esquizofrenia: si no los guiamos en esta etapa de la vida van a seguir por el mal camino. Entonces, es difícil. La persona que ama el riesgo terapéutico tiene potencia de actuar, pero no puede usarla. El que te amenaza con la locura, te está poniendo la exigencia de que cada vez que tomés una altura mayor de lo que tus alas de cera pueden, corrés el peligro de desintegrarte en el camino. Si Ícaro se hubiese mantenido volando con su padre, no se hubiera desintegrado. Ésa es la ilusión. | 14/05/2012
Motivo de consulta. ¿Cómo volver a ser el que fui? Cuando alguien pierde el equilibrio busca encontrarse (re-encontrarse) con la mejor versión de lo que fue. ¿Cómo elaborar una pérdida cuando es definitiva? Poder transitar el duelo como una instancia de verdadero cambio. La farmacología consigue, a menudo, la ilusión temporaria de estar volviendo a transitar ese estado “como estaba antes”, “quiero volver a ser el de antes”. Modelo para armar, desarmar y volver a armar. Buscar juntos paciente y terapeuta, cómo construir un estado diferente. Volver a ser el de antes es volver a conectarse con lo que lo está haciendo padecer. Aspectos didácticos. Aspectos contractuales. No es lo mismo ser caótico que estar en “otro” orden. No está desequilibrado quien está en otro equilibrio. Hay que pasar por el caos. (Enrique Pichon Rivière dijo: “El aprendizaje exige pasar por un momento de confusión.) Consigna provisoria: recuperar el tema del contrato. No desplacemos las fobias que detrás se puede venir una esquizofrenia. Pero, en realidad, ¿podemos barrer las defensas? Pienso que son omnipotencias nuestras, no se pueden barrer. No creo que una palabra, por sí misma, mate, ni cure. Pero lo que sí creo es que el paciente valora el respeto (o su falta) a esas defensas. El arte está en cómo desplazarlas progresivamente, amorosamente. A-mor como la ausencia de muerte. Es fundamental el tacto (táctica) del terapeuta. | 14/05/2012
Temor a mostrar lo cotidiano de la clínica. Pánico de Escena. Temor colectivo a traer un paciente donde se vea la forma de trabajar habitualmente. Nos conocemos más en situaciones de crisis a punto de reventar que en lo cotidiano. Pienso que tendríamos que estudiar casos más sencillos. Hay muchas cosas que no sabemos de cómo trabaja el otro en lo sencillo. Captura por lo sencillo. La fascinación y la belleza, definición de captura, lo sencillo también nos captura. Suely Rolnik habla de subjetividades basura, ¿subjetividad basura y subjetividad de lujo? La psicología está partida. ¿Será la nuestra una subjetividad a caballo entre la de lujo y la basura? Entre profesionales mismos nos estamos peleando por un pedazo de carne llamado paciente. Alienémonos de la alienación, pero no yéndonos a la palmera, quedándonos en la burbuja. Hagámoslo con una heteronimia que permita exponer un criterio de cura. Hoy más que nunca, para la Argentina: volver a tomar las cátedras, las fábricas, que los obreros las hagan producir. Hoy más que nunca el criterio de producción vuelve a ser una concepción teleológica, política: nuestra religión, nuestra ideología, lo que nos puede abrazar. Los consultorios son fábricas de producción, de producción de subjetividad, de formas de pensar, de sentir, por eso me interesa tanto que profundicemos este tema. | 14/05/2012
La invención se transforma en intervención operativa si es oportuna: cuando el que la produce (dice o hace) quiere y puede producirla, el que la recibe quiere recibirla y el momento en que está la relación, lo aconseja. Cuando prevalece la producción de re-producción, ¿cómo sería en la clínica? Más sumatoria que multiplicación. Buscamos ahondar en el psicoterapeuta, por eso volvemos cada vez al caso, no perdemos de vista la clínica, porque tiene implicancia en lo que a mí me apasiona más: el goce estético en el arte de curar. La dificultad más grande es con los filósofos, con los literatos, con los músicos, que buscan mantener sus barreras, en todo caso se mezclan entre ellos, pero la psicología, la psicoterapia se la entregan a la neurociencia y la alejan cada vez más. Las resonancias cada uno debería hacerlas desde sus materias, eso construye la transdisciplina. La Covisión es una Covisión enriquecida por la poesía, el arte, por la filosofía, más que por la psicología. Pero no hacemos una investigación como escultores, como poetas, etc., para ver que relación tiene esto con la psicología, sino al revés. | 14/05/2012
Si la multiplicidad es el espíritu teórico que se encarna en la Multiplicación Dramática, justamente los desdoblamientos del despliegue de heterónimos disposibles para cada actor en escena constituye la Asamblea de almas por donde circula el duende que fluye en el misterio de los encuentros (ya sean estos terapéuticos, de formación, personales). En esta circulación escénica que hace a la estructuración de ritornelos gestuales, pictóricos, sonoros, etc. se realiza la producción de un texto vital que contiene los enunciados por donde navega el deseo. Por momentos, la rostridad bien definida de los personajes iniciales del encuentro (bi y/o multicorporales) se va confundiendo en una producción que parecería inacabable y por ello acudimos a la puntuación. En estos desdoblamientos en que la rostridad inicial de terapeutas y pacientes, de educadores y educandos, de amigos, se desdibuja nos vamos acercando al mismo tiempo a nuevas rostridades que contienen el coagulo de la rostridad inicial y al mismo tiempo han devenido diferentes. Así la heteronimia en la clínica logra multiplicar estares para que cada uno deje de ser progresivamente quién es y al mismo tiempo sea uno mismo más que nunca. Quizá porque cada desdoblamiento contiene lo prohibido, lo que no tiene letra, lo que imagina el social histórico y, en especial, es tan micropolítico que termina por tentarnos a deconstruir nuestra historia e interrogarnos por futuros jamás pensados. | 14/05/2012